
El maestro Jesús Coronil con el equipo del programa de radio «Camino Marcial» tras la realización de la entrevista
Jesús Coronil Moreno es Cinturón Negro 5º Dan de Karate, Campeón de España y Delegado de la Federación Andaluza de Karate en Sevilla. Siendo adolescente era ya uno de los competidores más destacados de Andalucía. En categoría junior se quedó a las puertas de una medalla europea, en una época en la esto que no era habitual aquí en el sur. Posteriormente fue acumulando grandes resultados hasta el punto de que son incontables sus trofeos, con muchas medallas nacionales, y una de Campeón de España absoluto en -60 kg .

Escuela Zanshin, dirigida por el maestro Jesús Coronil
Es probablemente el karateka sevillano con mayores éxitos deportivos. Era un competidor ágil, con grandes cualidades y muy completo, que pegaba mucho más fuerte de lo que podía parecer por aspecto siempre joven, y que además era inteligente en el tatami. Con los años, y al amparo del karate de la Japan Karate Asociation, ha acumulado un apmlio bagaje marcial. Y todas esas cualidades las transmite ahora a sus alumnos, que también obtienen numerosas medallas nacionales, y por eso la Escuela de Karate Zanshin es una referencia en Sevilla. Tuvimos la suerte de poder hacerle una entrevista en el programa CAMINO MARCIAL.
P. Vamos a empezar por el principio: ¿cómo te iniciaste en las artes marciales?
R. A diferencia de lo que ocurrió mucho en mi época, yo no lo hice con las películas de artes marciales y de Bruce Lee. Yo empecé porque mi hermano mayor practicaba Karate, y él era mi referencia, así que yo quería hacer karate. Pude haber empezado antes, pero tuve que operarme del Colon. Mi madre me decía que me iba a apuntar después de la operación, pensando que se me iba a olvidar. Pero en el momento en el que me recuperé empecé a hacer karate y hasta el día de hoy.
P. ¿Se hacía Karate entonces de otra manera o no hay mucha diferencia?
R. Yo creo que eran otros tiempos. Pero muchas veces me lo he cuestionado y creo los que que llevamos tanto tiempo somos los que lo vemos de otra forma. Posiblemente los chicos de ahora sientan lo mismo que sentíamos nosotros cuando nos iniciamos. Lo que pasa es que nuestra visión es otra. Pero cuando ellos entran, ven la escuela, saludan en el tatami… se les abre un nuevo mundo. Y eso es lo que me ocurrió a mi.
P. Fuiste alumnos del Maestro Espínola y practicabas Karate Shotokai ¿qué recuerdos tienes de esa época?
R. Para mí fue fantástico. Era una época en la que nadie se paraba a pensar en un campeonato. Era, simplemente, ir a Dojo a intentar trabajar y hacer lo que tu maestro te decía. Era lo que a día de hoy trato de impartir en mi escuela de karate. La sensación de unidad, de familia… que es mucho más importante que un logro deportivo, creo yo. La verdad es que la infancia es un recuerdo inmejorable, disfrutaba una barbaridad día a día. Recuerdo que con 14 o 15 años nos tenían que echar a las 3 horas porque nos quedábamos en la sala de espera.
P. ¿Te proclamaste por entonces Subcampeón de Europa Junior?
R. No, no… en Junior perdí el pase a la final porque me rompieron una mano y no pude hacer el bronce. Quedé cuarto de Europa.
P. Luego has obtenido muchísimos trofeos a nivel autonómico y nacional. Fuiste Campeón de España Senior en Kumite -60 kg. pero ¿quizás tu principal problema fue encontrarte a David Luque?
R. Hombre, para mí David Luque es el mejor superligero de la historia del Karate mundial. Hoy día está Douglas Brose, que es un brasileño que es un fuera de serie también. Y en su día estuva también Endovi?, estuvo Yagli, que fue el que me rompió la mano aquel año. Yo creo que Luque ha sido el mejor de la historia. Por un lado es verdad que si se me hubiera dado la oportunidad, quizás la cosa habría cambiado…
P. Cuando dices la oportunidad ¿te refieres a tema de arbitraje y a opciones de ir con la española?
R. Sí. Antes la Federación Española era un coto privado y había, no solo que vencer, sino que convencer. Y claro ¿cómo quitabas al mejor de la historia? Aún así uno dice «vale, me ha tapado durante todo este tiempo» pero, por otro lado, a lo mejor llegué al nivel que llegué por él, por estar a la altura de él. Lo que puedo decir también es que, en los internacionales que he ido con David Luque, era mejor todavía.
P. En la época de Vallés, Sato, César Martínez…. obteníais muy buenos resultados individuales y colectivos. Tendrás muy buenos recuerdos…
R. Sí. Antes que nosotros estuvo Eugenio Torres, que fue un grandísimo competidor, Antonio García… pero mi generación (yo era de los más jovencitos de esa generación) es la que les ha dicho a las siguientes generaciones «es posible, es posible hacer algo grande a nivel nacional». Porque antes es cierto que Andalucía estaba muy distante con respecto a Asturias y Madrid, sobre todo.
P. Fuísteis Subcampeones de España por Equipos…
R. Y en su época era a lo que aspirábamos todos, porque la campeona de España era Madrid.
P. Recientemente se ha celebrado el Campeonato de España de Clubes ¿Qué te parecen lo que vienen a llamarse ahora «fichajes», es decir, competidores de un club que forman parte de equipos de otros clubes ?
R. A nivel de delegado te diría que es darle una oportunidad a aquellos componentes que no tienen equipo y hacen equipo con otros componentes de otros clubes creando equipos fuertes. Y a nivel particular, como persona, a mi me gusta que la competición sea de clubes. Una cosa es que tengas cuatro competidores y te falte uno, y puedas hacer un fichaje, y otra cosa es que haya cinco componentes de distintos clubes. Eso es una selección. ¿En qué gana la competición? En que el nivel del Campeonato de Clubes es impresionante. El año pasado leí una crítica en Facebook en la cual un miembro del equipo nacional decía que iba a hacer una crónica del Campeonato de España de «gente que se junta». Hay una posibilidad de que eso cambie, y es que no se le llame al Campeonato de España de Clubes así, sino que se le llame Campeonato de España de Regiones o por equipos.
P. Siendo muy joven comenzaste tu andadura como profesor, haciéndote cargo del Dojo de tu maestro. ¿Cómo fue este asunto?
R. La verdad es que no salió bien, pero no salió bien el negocio. Pero, realmente, como experiencia no me arrepiento. Yo soy de los que piensan que hay que arrepentirse de lo que no has hecho, no de lo que has hecho. Fue una opción que tuve y posiblemente si no hubiera cogido el traspaso del gimnasio de mi maestro me habría estado arrepintiendo toda la vida, pensando que hubiera pasado. Gracias a eso aprendí mucho.
P. También pasaste del Karate Shotokai al Shotokan ¿por qué cambiaste de estilo?
R. Hubo repercusión porque tú sabes como somos los karatekas. Los grandes maestros de Shotokai se reunieron conmigo porque decían que yo posiblemente era el futuro del Shotokai en Sevilla. Lo que pasa es que yo tengo que ser fiel a mi mismo y seguramente cambié del estilo Shotokai a otro (porque estuve practicando Shito Ryu también) posiblemente por respeto al Shotokai, porque vi las bases el Shotokai, lo que quería ser… y yo no estaba cumpliendo con eso. Se hecho una de las cosas que tiene el Shotokai es la no competición y yo era un competidor. Y me di cuenta de que no estaba cumpliendo con las bases del Shotokai. Entonces decidí cambiar de estilo, estuve haciendo Shotokan, hice Shito Ryu un poco también… lo que pasa es que el cambio era bastante grande y el giro era demasiado brusco de Shotokai a Shito Ryu.
P. Y ¿como te introduces en el Shotokan?
R. Yo conocí en Sevilla a Pedro Pinar, en su escuela en Chaves NOgales, porque el vino a buscarme y tuve una buena amistad con él. Él hacía Shito Ryu y estuve viendo cómo era el estilo, pero sobre todo el cambio brusco fue cuando conocí a César Capitán, un maestro de Málaga, 7º Dan a día de hoy, y entablamos una gran amistad y fue el que me introdujo en el estilo Shotokan y me dijo ven aquí, ven allí… y que si lo que él hacía me gustaba, que fuese a conocer a Sensei Osaka en los curso que venía a dar a Alicante. Y al ver aquello vi claro que eso es lo que yo quería hacer. Tengo que decir que, a nivel personal, un maestro que me ha marcado mucho aunque no haya tenido mucho trato con él, ha sido el maestro Nakahashi de Shito Ryu, por su concepto de la práctica. Yo lo veía muy feliz y recuerdo que decía «yo de mayor quiero ser como él». Y me quedaría con la técnica de Sensei Osaka en su día. Ahora hay maestros que tienen ese nivel. A nivel técnico es un grandísimo maestro.
P. ¿Cómo combinas el trabajo tradicional con la competición?
R. Eso es complicado, por el mensaje que les llega a los alumnos debido hoy día a las redes sociales. Yo, al fin y al cabo, soy de una época en la cual nos gustaba el Karate. El Karateka que era bueno, a parte entrenaba competición y competía. La frase hablando de compañeros era «ése es competidor», como diciendo «es tan bueno que compite. Ha día de hoy no, pueden ser dos caminos diferentes. Hay gente que las lleva las dos, pero están separadas en su concepción básica. Las artes marciales, y el karate en particular, buscan la superación de uno mismo. La competición, sea la que sea, busca la superación de otro. Entonces en su base ya…
P. ¿Cuál es entonces para ti la finalidad de las artes marciales?
R. A nivel personal, para mi la finalidad del artista marcial es la superación de uno mismo, el esfuerzo diario y crear unos valores que, si bien también se encuentran en otras actividades y otras disciplinas, los que hacemos Karate elegimos esa vía. Incluso para la gente que compite también, porque mi vida deportiva ha sido dilatada, pero por que me gustaba practicar, me gustaba entrenar, no porque me gustara ganar. Ganar nos gusta a todos. A mi me gustaba ponerme mi karategui y mientras estaba en forma.. competía.
P. ¿Y debe ser uno de los objetivos del Karate la defensa personal? ¿Crees que con las artes marciales uno aprende a defenderse?
R. Yo creo que sí, lo que pasa es que a la hora de defenderse hay muchos detalles, no solamente la técnica: el estado anímico de la persona, el momento en el que te encuentras… Defenderte podrías, pero la concepción del entrenamiento debería ser distinto. Si quieres defensa personal, el Karate te la puede dar. Pero el entrenamiento no sería el que ocurre en los Dojo, por lo menos en el mío.
P. Tus hermanos hacen Kendo e Iaido ¿has practicado con ellos?
R. Lo he intentado. Lo he intentado pero… no sé realmente si es porque cuando crees que es más o menos diestro en algo, empiezas a ha hacer algo nuevo y te ves tan torpe… No sé si es eso o la concepción total y básica del karate, y el karate es mano vacía. Yo me creo totalmente lo que hago. Y en el momento en que tengo algo en las manos… Cuando era más pequeño hacía nunchaku y estuve trabajando el bo. El nunchaku me gustaba mucho. Y la verdad es que el Kendo y el Iaido me encantan a nivel de plasticidad, que son impresionantes, y a nivel de tradición de las artes marciales japonesas. Pero, o no ha llegado mi momento, que puede ser, o quizás este ego de tener ya un nivel medio en algo te hace verte muy torpe al iniciarte en algo.
P. La películas de artes marciales te gustan… ¿o no?
Pues… realmente no. Yo en eso soy atípico. A mí la película que me gusta de artes marciales es «Karate Kid», y me quedaría también con «El Último Samurai». Una de las anécdotas que tengo con «Karate Kid» es que normalmente cada vez que la veía quería dejar de competir. El Sr. Miyagi me convencía. Lo que pasa es que después me ponía otra vez las guantillas. Y parto una lanza por «Rocky», porque me ha inspirado y me ha levantado más de una vez de la silla.
P. Además de hacerlo desde tu dojo, también has trabajado por el Karate en el ámbito federativo. Fuiste Seleccionador de Sevilla y también Seleccionador Andaluz. ¿Cómo fue esa experiencia?
R. Muy satisfactoria. Es de lo mejor que he hecho, además de competir. Haber sido Seleccionador Andaluz ha sido para mi, primero un orgullo, y después, estar en el día a día con el karategui puesto… yo soy un poquito de público, lo confieso. A mi ponerme el karategui delante de público siempre me ha gustado bastante. Aunque vaya en contra del «no ego». Así que la etapa de seleccionador me encantó. Aprendí mucho de los chavales, del ambiente, del esfuerzo… igual que muchas veces se critica al competidor, también hay que ponerse en su pellejo. hay gente que se esfuerza y tiene una ilusión máxima por conseguir su sueño, al fin y al cabo. Es peor quizás lo que le rodea. Yo como competidor no me daba cuenta de nada, pero como seleccionador y en la silla de coach veía lo que se movía alrededor, que no era solo lo que había en el tatami. Pero la experiencia fue magnífica, me dieron plena confianza y fue muy satisfactorio.
P. Y ahora te tienes que poner la corbata como Delegado de la Federación Andaluza en Sevilla. Mucho trabajo…
R. Es mucho trabajo, porque cuando yo hago algo trato de hacerlo bien. Yo soy una persona que me tomo las cosas así. Y me esfuerzo mucho. Sin importarme que pueda sacar de ello, ni mucho menos. Simplemente hay un trabajo que hacer, ahora me ha tocado a mí, y estoy tratando de hacerlo lo mejor posible dentro de mis posibilidades.
P. ¿A qué se debe el auge del karate deportivo sevillano?
R. Realmente el auge no es solo del karate deportivo, yo creo que el karate está otra vez en unos números muy altos. Se está trabajando desde la base, desde los clubes, la delegación, la federación… para que esto ocurra. Pero el éxito deportivo creo que se basa sobre todo en el trabajo y la implicación que están teniendo los profesores, los maestros, con el apoyo y el compromiso de los propios alumnos y sus padres.
P. Uno de los activos más importantes de la Delegación Sevillana es la Liga Municipal de Karate. ¿En qué consiste?
R. La liga son una jornadas deportivas en las cuales abarcamos todas las categorías de edad. Cada categoría tiene dos campeonatos, uno individual y otro por equipos. Pero en la liga es muy importante el tema de la convivencia, no solo el ganar o perder, sino el ambiente que se ha creado dentro de Sevilla que es lo que está haciendo crecer el karate sevillano.
P. Y a pesar que el karate sevillano está funcionando muy bien, está dividido y hay grupos fuera de la Federación, e incluso afiliados a otras federaciones. ¿Por qué ocurre esto?
R. Eso ya ha cambiado. Una de las asociaciones más fuertes que estaban fuera, a día de hoy está dentro y respaldando bastante a la Federación. Y después hay otras asociaciones con las que ha habido un acercamiento y ha sido buenísimo. Me ha dado la oportunidad de conocer maestros dentro de la Asociación Shotokai. He convivido con el maestro Hiruma, he estado a un metro y medio en una comida. Y cuando era niño lo veía a 60 metros y de karategui. Todos tenemos interés en que el karate en Sevilla sea uno, porque todos queremos lo mismo, aunque lo estamos buscando por dos caminos diferentes. ¿Por qué no caminar juntos?
Juan Antonio García Ruiz
www.karatekidokan.com