Cuando uno comienza una nueva actividad suele tener muchas dudas. Y en el caso de las artes marciales, tiene que elegir un sistema, una escuela, un maestro… A esas personas que se han decidido en estos días a tomar la senda de las artes marciales, queremos darles unos consejos para facilitarles los primeros pasos.
- Decide qué quieres hacer antes de decidir dónde
Hay una variedad enorme de artes marciales y sistemas de combate, algunos con enfoques y prácticas muy diferentes entre sí. ¿Tienes claro qué es lo que buscas? Por ejemplo, si quieres aprender a defenderte o un trabajo físico intenso, tal vez el Tai Chi no sea lo que estás buscando (aunque por supuesto supone un esfuerzo físico y tiene su faceta marcial). Y si buscas la filosofía y la tradición, probablemente el Kickboking o las MMA no encajen demasiado. Analiza qué buscas en las artes marciales y elige entre las artes marciales que te ofrecen precisamente eso.
2. Es bueno que esté cerca, pero a veces merece la pena desplazarse
Uno de los criterios por lo que nos guiamos todos a la hora de realizar una actividad es que esté cerca de casa. Eso está bien, pero a lo mejor lo que tenemos cerca no es lo que más nos conviene. Puede que merezca la pena hacer el esfuerzo de desplazarse. ¿Te vistes solo con lo que vende la tienda de tu barrio o vas a otros lugares a comprar ropa? Pues con la práctica de artes marciales ocurrirá lo mismo: si tienes a mano enseñanza de calidad, perfecto; y si no, habrá que ir un poco más lejos. No quiero decir con esto que tengas que conducir 1 h. cada día para ir a practicar, pero valora la posibilidad de desplazarte.
3. La calidad y el precio no siempre van de la mano
Me encontré en una ocasión con un caso curioso: un practicante comentaba en un foro de internet que le parecían muy interesantes las clases de Tai Chi en mi dojo: instalaciones adecuadas, un maestro competente, buen horario, un grupo nutrido pero no demasiado numeroso… pero el precio le hacía sospechar: era demasiado barato. Un precio más alto no siempre garantiza mayor calidad. Es verdad que mantener una escuela tiene gastos, que un buen maestro, por lo general, se dedica por entero a las artes marciales y vive de ellas. Pero no tiene por qué ser así. Probablemente podrás practicar con un buen maestro por una cuota razonable, y también encontrarás precios desorbitados que no se corresponden con la calidad de la enseñanza.
4. Los títulos y los grados no lo son todo
Algunas personas que se acercan en busca de información al dojo preguntan ¿cuántos danes tiene el maestro? Y si no lo preguntan es por prudencia, pero lo buscan o lo averiguan por otros medios. Es normal, es la manera más intuitiva de valorar si el maestro es bueno o no. Pues, como todo lo demás, es muy relativo. Existen unas titulaciones oficiales de enseñanza que pueden servirte de referencia, que son otorgadas por las federaciones deportivas (es así, qué le vamos a hacer) . Pero también hay muchos grandes maestros que no tienen estas titulaciones. Y con los grados pasa igual. El grado puede ser orientativo, pero ¿es mejor un maestro con un 6º Dan que uno con un 3er. Dan? Puede que sí… o puede que no. Eso sí, si te venden demasiado los grados y títulos en lugar de lo que se vas a aprender en clase, a lo mejor debes desconfiar.
5. Pide probar primero
Y si no me puedo guiar por la proximidad, por el precio, por los títulos del maestro ¿qué hago? Pues visita las escuelas que te parezcan más adecuadas según tus intereses, habla con los maestros, y pide probar. Sí, no pasa nada. «Maestro, ¿puedo probar un par de clases?». Así de sencillo. Es la mejor manera de conocer al profesor, a los compañeros, la práctica… si todo cumple tus expectativas, sigue adelante. Si no, presenta tus respetos al maestro, explicarle la situación y sigue buscando. Estás iniciando un camino que, con suerte, será para toda la vida. Escoge bien.
6. La organización y el ambiente de clase son muy importantes
El maestro es fundamental. Su manera de enseñar va a ser muy importante en tu progreso. No te dejes impresionar por lo bueno que es, y dale más importancia a lo bien que enseña. Por otro lado, ten presente también a los compañeros y el ambiente de clase. A lo mejor prefieres una clase formal y seria, con una etiqueta muy definida.Perfecto. O tal vez estés más cómodo en un clima más distendido, más cercano y menos rígido. Estupendo. Lo importante es que te sientas cómodo. Al principio no conocerás a los compañeros, pero sí podrás valorar su actitud hacia la práctica, el tipo de relación que tienen entre ellos y con el maestro, etc… Disfrutar de la práctica es clave, y eso solo puedes hacerlo si te encuentras a gusto practicando.
7. Los comienzos siempre son difíciles: ten paciencia
Ya has escogido la escuela adecuada. A lo mejor fue a la primera, o tuviste que buscar un poquito más. Ahora que ya has dado el primer paso, pero hay que seguir caminando. Y al principio es difícil: no te sale nada y te sientes torpe, no entiendes lo que dice el maestro, quieres aprenderlo todo en muy poco tiempo… no te preocupes. Irás progresando rápidamente, aunque a ti te parezca que aprendes muy poco. No te desanimes, y si en algún momento estás tentado de dejarlo, oblígate a ti mismo a seguir adelante. Uno, dos, tres meses… no es suficiente para aprender. Si de verdad quieres aprender artes marciales, ten paciencia.
8. Si definitivamente no es lo que estás buscando, prueba con otra cosa

Existen una gran variedad de artes marciales y escuelas. Si no encuentras los que buscas, sigue buscando
Puede suceder que te des cuenta de que lo que estás haciendo no es lo que quieres hacer. A medida que vas practicando, empiezas a descubrir de verdad en qué consiste un arte marcial. Y a lo mejor no es lo que creías. Oye, ¡puede que sea mejor! O puede que no. En estos casos, suele haber una consecuencia: el abandono. ¡Error! Habla con tu maestro, y si verdaderamente no es lo que quieres hacer, prueba otra vez. Otro arte marcial, otro maestro, otra escuela. Pero no dejes las artes marciales casi antes de haber empezado. Te garantizo que, si encuentras el arte, el maestro, la escuela adecuada… ya no lo dejarás nunca. Permíteme darte tu primera lección de artes marciales: ¡NO TE RINDAS!
Juan Antonio García Ruiz
www.karatekidokan.com