Atsuo Hiruma Sensei: el alma del Karate Shotokai

Hace más de 50 años que el maestro Atsuo Hiruma llegó a España. En su maleta traía juventud, ganas de comerse en mundo y, por supuesto, el karate. Karate que, como él mismo nos reconoce, ha evolucionado con el tiempo, pero que guarda la esencia que le transmitió su maestro Shigeru Egami.

El maestro Atsuo Hiruma junto a algunos de sus principales alumnos en Andalucía

Medio siglo después, justo al terminar la práctica, el primer maestro japonés que enseñó karate en España atendía amablemente nuestras preguntas y las respondía con sinceridad y sin tapujos, sentado a la mesa con algunos de sus alumnos más destacados. Espero que sus alumnos, de ahora y de siempre, reconozcan en estas líneas a su maestro. y que aquellos que no lo conocen entiendan a través de sus palabras quién es Atsuo Hiruma, el alma del Karate Shotokai.

P. ¿Cómo y cuándo comenzó a practicar Karate?

R. Cuando comencé el Karate yo tenía 15 años. Como ahora tengo 76 años hace más o menos 60 años. ¿Y cómo? Porque en aquella época, después de terminar la II Guerra Mundial, Japón era pobre. Muy pobre. Y en cada barrio había por lo menos dos o tres bandas juveniles, y siempre nos peleábamos. Para defenderme y para dar caña a los otros empecé a practicar karate.

P. ¿Quién fue su maestro?

El maestro Egami está siempre presente en la práctica de Atsuo Hiruma

R. Era el maestro Egami. Creo que en aquella época era el mejor karateka de Japón. Por eso el gobierno japonés le mandó como profesor de Karate a la escuela Nakano, donde se formaban los espías japoneses. Allí empezó a investigar sobre cómo hacer daño con el Karate, porque los espías se estaban jugando la vida y no podía enseñar un karate deportivo. Y allí creo que empezó a seguir un camino diferente de los demás. Y yo fui con él por casualidad, porque estaba cerca de mi casa.  Cuando empecé con él, físicamente comenzó a tener problemas de corazón, riñón… pero era fuerte, fuerte.

P. ¿Por qué vino usted a España?

R. No sé. Juventud, aventura… Cuando tenía 15 años o así vi una película de un torero. Creo que era mejicana pero yo pensé que era de España. Salían chicas jóvenes, guapas… y yo dije: «yo voy allí».

P. Y ¿su intención era venir a España o ir luego a Latinoamérica?

R. Pensaba ir a México, pero el país padre era España y pensé en conocer primero España. Pero desgraciadamente me quedé aquí (risas)

P. ¿Quién contactó con usted para que viniera a dar clases de Karate a Sevilla?

R. Se llamaba Sr. Nan. Era un profesor de Judo vietnamita que vivió muchos años en París y se instaló aquí en Sevilla. Entonces conocí al presidente de la Federación de Judo, el francés Roland Burger. Con él practicaba con otros campeones de Judo y conicí a muchos chicos de otras provincias y el Sr. Nan me invitó a venir aquí. Venía algunos fines de semana y tenía que venir en el Talgo, que tardaba 8 horas (risas). El Sr. Pascual, que practicaba Taekwondo, vino a entrenar con nosotros en el Dojo Kadokan.

P. En el Kadokan se reunieron grande karatekas, y muchos de ellos son grandes maestros hoy. Pero cada uno ha seguido un camino diferente en su karate. ¿Por qué cree usted que ha ocurrido esto?

R. Cuando vino el maestro Egami había aquí muchos profesionales, que vivían del Karate. El maestro Egami me contó su experiencia de que siempre tenía hambre. Y me dijo: «Tú puedes hacer lo que quieras, pero que ellos nunca tengan el estómago vacío, que nunca pasen hambre». Por eso algunos hacían así, o así.. y yo les dejaba. Pero la gente que mantiene la idea del maestro Egami está aquí. Siguen.

P. ¿Era su karate entonces diferente del karate que hace ahora?

Un joven Atsuo Hiruma practicando en su Dojo de Madrid

¡Claro! ¡Era duro! Como el Shotokan de hoy día. Éramos todos chicos fuertes. No había mucha diferencia entre Shotokai y Shotokan. . Con motivo del funeral del maestro funakoshi se separaron, pero nada más. No eran diferentes técnicamente. A uno le gustaba hacer competición, eso sí. Pero cuando el maestro Egami vino a España el Sr. Antonio Oliva nos invitó a su casa, porque yo le enseñaba kata y teníamos una amistad muy fuerte. Fuimos a su gimnasio y Oliva me dijo que iban a demostrar lo que hacían ellos aquí, y empezó a hacer competición. Y el maestro Egami dijo: «eso lo hemos inventado nosotros». Por ejemplo, cuando el hijo del maestro Funakoshi, Gigo Funakoshi, para difundir el karate hacía exhibiciones solo con kata, kihon, suwari… la gente no estaba contenta. ¿Qué teníamos que hacer? Combate, pero tipo competición: sin tocar.

En aquella época en la universidad hacíamos Kumite. Y el maestro decía: «Este encuentro es amistoso. Nunca debéis pegar». Esto quería decir «¡Pega fuerte!» (Risas).

P. Cuando vino el maestro Egami a España ¿había cambiado su forma de hacer Karate?

R. Cuando yo empecé con él era casi Shotokan. Porque Shotokai era la unión del grupo Shotokan. Y todos estábamos juntos. Sí, unos hacían más competición, otros menos… pero todos estábamos juntos. Cuando murió en 1966 el maestro Funakoshi se produjo la ruptura.

Hiruma Sensei junto a su maestro Shigeru Egami en su visita a España

P. Además del maestro Egami, los maestros Miyamoto y Hironishi vinieron a España ¿son dos de los que más le han influenciado en su karate?

R. Sí, en aquella época sí. Y también vino Yanagisawa. Era alumno del maestro Hironishi. Era duro, pero duro, duro… de carácter. Y técnicamente fuerte. Y Sugimoto también vino. Todos los españoles adoptaban su carácter. Tenía un corazón grande, grande, de verdad.

P. Muchos maestros de Shotokai han terminado practicando Shotokan ¿cuál puede haber sido el motivo?

R. Sí, por ejemplo, el Sr. Nomura. Pero él siempre dice que en el fondo él es Shotokai. En su universidad ahora están haciendo Wado Ryu. Se enfadó mucho cuando se enteró.

P. Usted estuvo en el origen de la Federación Española de Karate. ¿Por qué dejó la federación?

R. Nosotros hemos participado en la competición. Pero como no hacemos hikite todos acababan por el suelo. Nos llamaban «el grupo asesino». Por eso dejamos la competición. Yo he dicho, y todavía lo digo, que si la federación permite el KO nosotros participamos. Por supuesto, con protecciones.

Muchos sacaban el 1er. Dan y el 2ºDan por la federación. Entonces cambiaron el reglamento. Antes había que hacer 5 combates seguidos y nosotros pasábamos casi todos, porque en aquella época el calentamiento y todo era durísimo. Pero luego empezaron «maestro, tienen que hacer hikite y hay que controlar». Y ya…

Emblema empleado por  la Asociación Shotokai España

P. ¿Cuándo se crea la Asociación Shotokai España?

R. Es anterior a la federación. La Asociación Shotokai España es la primera, todo el mundo lo admite (risas).

P. ¿En qué se basa el Karate Shotokai?

R. Sentimiento. Osea, unión. Nosotros no pretendemos ser campeones de España, de Andalucía o del Mundo. Buscamos mejorar uno mismo. Mejorar, mejorar para que sirva para algo algún día a este mundo.

P. ¿Dónde está el equilibrio entre tensión y relajación?

Explicación sobre desequilibrio en el último curso del maestro en Sevilla

R. No, no, no… ¡Desequilibrio! Esto lo decía ya el fundador de Shito Ryu, Kenwa Mabuni. Su primer libro publicado en 1939, osea, dos años antes de nacer yo, decía «desplázate y muévete como si fueras un árbol que está cayendo». Yo le pregunté a Ishimi: «¿qué hacéis aquí?»; y me dijo: «para la competición no se puede hacer así». Ésta es la diferencia. En el año 2020 el karate entrará en los Juegos Olímpicos en Tokio, pero en Japón no se ha deja de utilizar el Karate Do. Muchas escuelas practican karate deportivo y están muy alejadas, pero hay otras  que buscan su esencia, su idea.

Antes de la II Guerra Mundial, el maestro Egami fue a Okinawa y me contaba que entonces todas las escuelas hacían relajado. Pero unos 10 años después de la guerra volvió y todos trabajaban durísimo. No sé quién lo ha cambiado. Yo tengo amigos Goju Ryu, algunos como nosotros relajados y otros duros. ¡No digo el nombre! Cuando a una escuela llega la competición ya es otra cosa. Cuando se quiere buscar un arte marcial…¡arte marcial!… hay que dejar la competición. Si no, no se puede. Mientras esté la idea de «yo gano, yo pierdo» no se puede.

P. ¿Cómo afectará al karate el hecho de que participe en los Juegos Olímpicos y los medios promocionen el karate deportivo?

R. Para difundir creo que está bien. Y para nosotros es una buena ocasión para mostrar que hay un grupo que no tiene nada que ver con esta competición, que trabaja así y así y busca el desarrollo de uno mismo.

P. El concepto de Kime en el Karate Shotokai es un poco diferente a otros estilos. ¿Qué es el Kime?

R. ¿Kime? Mover el interior del cuerpo. Sobre todo las dorsales 11 y 12 y la lumbar 1. El Kime no parte de los hombros ni de los brazos. Yo puedo demostrar a cualquier persona que cuanto menos músculo utilice, mejor sale. Todas las escuelas utilizan demasiado músculo. Esto no es bueno. Pero para competición… hay cinco árbitros, pero muchas veces los árbitros no tienen ni idea. Yo digo «tenéis que expresar vuestros sentimientos» pero… ¿quién los entiende?

P. Usted practica y enseña también Bojutsu, en majeo del bastón largo. ¿Qué relación existe entre el karate y el la práctica con el bo?

Práctica de Bo en la playa, habitual entre los grupos del maestro

R. Yo lo aprendí con el maestro Egami. Buscamos siempre la gravedad. El bo pesa unos dos kilos y podemos sentir cómo es el peso. Y hay que manejarlo con las dos manos. El bokken se puede maneja con una mano pero el bo es un poco difícil ¿no? Así podemos aprender que las manos son como un árbol: uno raíz y la otra la rama. Una queda quieta y la otra se mueve. La regla de la vida es siempre Ying-Yang. Por eso en karate parece que no usamos las dos manos, pero yo ahora estoy incidiendo mucho en esta idea raíz-rama: la raíz es potencia, la rama es flexible. Y esto se mueve desde el interior del cuerpo: ni hombro ni cadera.

P. Su hermano Ryo Hiruma practica Iaido y Kendo ¿no se acercó usted a la práctica de la espada?

R. No. A mí el maestro me dijo que practicara Tai Chi y eso hago. Pero cuando mi hermano imparte cursillos en Madrid, yo hago. El maestro Egami me dijo una vez que hiciera esto : a las 12 h de la noche, una hora de meditación y luego media hora o una hora de suburi (repetición de cortes descendentes), sin sexo, sin comer carne ni beber alcohol. Durante un mes. Lo hice durante un mes. Mas no (risas). Entonces me preguntó: «¿notas algún cambio?». Yo le dije que no. «Muy bien, muy bien» me dijo. Luego me dijo que era todo mentira. Que si alguien decía que haciendo eso cambiaba algo era todo mentira. ¡Menos mal que yo no le dije que había cambiado algo!

Pero ahora entiendo que simplemente con el movimiento de «suburi» se puede defender todo.

P. Hablaba de Tai Chi. ¿Usted practica el estilo Wu? ¿Qué aporta el Tai Chi a un karateka?

Podemos apreciar claramente la evolución de la técnica con el paso del tiempo, especialmente en la amplitud de la posición

R. Primero empecé Yang y ahora hago Wu, sí. Lo que buscamos nosotros y la idea de Wu coinciden en muchas cosas. Si yo no hubiera ido a China  practicar el estilo Wu con el Sr. Ma… ya no haría karate. Porque yo no entendía lo que decía el maestro Egami: trabajar con la inclinación del cuerpo. Yo no lo entendía. Pero allí lo entendí. Antiguamente hacíamos como el Shotokan, muy abierto y entonces ¿cómo puedes inclinarte? Al maestro Ma, solo estando de pie, era imposible moverlo. ¿De dónde viene esto? Nosotros lo empujábamos y no se movía. Había algo físicamente. Luego, por supuesto, Ki. En hachiji dachi (posición de pie) no se le podía mover. Y luego le atacábamos y jugaba con nosotros. Pero no hacía ni esquiva ni nada. ¡Era increible!

P. ¿Y el Ki? ¿Qué es el Ki?

R. Yo una vez le pregnté al maestro Egami: «Maestro, ¿que es el Ki para usted?».  Yo esperaba: «Hiruma, el Ki es así y así». Pero me dijo: «Hiruma, todavía no lo entiendo muy bien». Me quedé… «Solos tú y yo, yo puedo controlar tu Ki. Pero aquí hay un árbol, aquí hay flores, hay comida… y no puedo unir todo el Ki». Desde entonces yo no hablo del Ki. Aunque mucha gente habla. En China la idea de Chi es parecida al Ki, y en algunas cosas diferente… pero todas las artes marciales chinas son muy interesantes. Y buscan la velocidad pero con suavidad y relajación. ¡Es curioso, eh! Ningún arte marcial chino es duro. Cuando he ido a la Universidad de Beijing he visto muchas artes marciales, pero todas se hacen relajadas.

 

A lo largo de los años he aprendido mucho del Sensei en sus cursos, a nivel técnico y en relación a los principios del movimiento. Pero creo que en esta entrevista he llegado a conocer de verdad a Atsuo Hiruma, y espero que el lector también. Solo nos queda agradecer al maestro  y a la Asociación Shotokai Andalucía que nos hayan permitido realizar esta entrevista. Esperamos que se repita pronto, porque siempre es un placer coincidir con el Hiruma Sensei, por su cordialidad, sus conocimientos y porque es, sin duda, uno de los pilares sobre los que se ha construido el karate en nuestro país y que sustentan el Karate Shotokai en todo el mundo.

Juan Antonio García Ruiz

www.karatekidokan.com

 

 

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