Publicado en El Budoka 2.0
El archipiélago de la Ryu Kyu y su isla principal, Okinawa, son bien conocidas en Japón. Su clima tropical y sus hermosas playas la han convertido para los japoneses en el nuevo Hawai. Pero fuera del país nipón, el atractivo de Okinawa es bien distinto. Esta hermosa isla es conocida en todo el mundo porque en ella se forjó durante siglos una de las artes marciales más practicadas hoy en día: el Karate.

El autor con sus compañeros después de practicar con Kuramoto Masakazu Sensei y Higaonna Morio Sensei
Karatekas de todo el planeta tienen como referencia a los maestros okinawenses. Pero, lamentablemente, en Okinawa, muchos jóvenes no están demasiado interesados por el karate. Otras actividades como el béisbol, el fútbol o incluso el tenis atraen más su atención, entre otras cosas porque suponen la oportunidad de convertirse en deportistas profesionales, con todo lo que esto conlleva. Por eso los maestros de karate tradicional de las Ryu Kyu han adquirido un importantísimo papel: asegurarse de que ningún conocimiento se pierde y asumir la responsabilidad de transmitir el legado de siglos de historia a sus alumnos tal y como ellos lo recibieron de sus maestros. Consideran que el karate es un bien cultural que merece ser conservado, y es evidente que tienen toda la razón.
Afortunadamente un grupo de personas, con el apoyo de las autoridades locales, ha puesto en marcha un proyecto de apoyo a esta labor de conservación del karate tradicional. El Centro de Información del Karate de Okinawa se puso en marcha el pasado mes de mayo de 2017, está dirigido por el maestro francés Miguel Da Luz y tiene como objetivo promocionar el karate okinawense y a sus maestros más relevantes y facilitar a cualquier interesado la práctica en los dojo de la isla para que puedan conocer de primera mano el karate original y valorarlo y difundirlo adecuadamente. Sus oficinas están ubicadas en el nuevo Karate Kaikan, un conjunto de instalaciones dedicadas en exclusiva al karate.
Kaikan, el nuevo centro del Karate Okinawense
El Karate Kaikan está situado en el área de Tomari, en una zona alta desde la que se divisa la ciudad de Naha, y cuenta con un amplio pabellón para la celebración de eventos de gran magnitud, así como otras salas más reducidas y equipadas con aparatos de hojo undo, makiwara y todo lo necesario para la práctica de karate tradicional. También alberga el “Museo del Karate”. En el museo se puede visualizar un hermosa película sobre la historia de este arte marcial, en la que aparecen además muchos de los maestros que hoy en día enseñan en Okinawa. Cuenta también con modernos elementos interactivos, como pequeños videos de los maestros realizando katas en 3D, puestos en los que probar los aparatos de hojo undo y velas virtuales que se apagan con un golpe certero. ¡Es muy divertido! Pero además podemos disfrutar de una excelente colección de objetos relacionados con el karate y el kobudo de las Ryu Kyu, como libros, armas, fotografías… muchos de ellos pertenecientes a personajes ilustres. Además, ya fuera del museo y del recinto principal, en el Karate Kaikan hay un edificio más pequeño: un dojo de reducidas dimensiones pero muy particular, al borde de la montaña y con hermosas vistas, que solo se usa en ocasiones especiales, y que se ha convertido en la imagen representativa del centro. Por todo ello el Karate Kaikan y su museo constituyen una visita obligada para todo karateka que viaje a Okinawa.
Un dojo en Okinawa es como la casa del maestro que enseña en él. De hecho, en muchos casos esto es literal, ubicándose la sala de práctica en la planta baja y la vivienda del maestro en la planta alta.
Los dojo en Okinawa

Práctica en el dojo de Higa Minoru Sensei
Los dojo en Okinawa son muy pequeños. En algunas ocasiones incluso están integrados en la vivienda del maestro como ocurre, por ejemplo, en el caso de Morio Higaonna Sensei. Su escuela está en Tsuboya, la calle que da nombre a un pequeño barrio de Naha, de calles estrechas y viviendas familiares de dos plantas. Desde fuera casi no se reconocería que el edificio es un dojo si no fuera porque está escrito en una pared lateral. La planta baja está acondicionada para la práctica del karate, con suelo de madera y todas las herramientas de hojo undo necesarias. Junto a la puerta hay una pequeña escalera que conduce a la primera planta, donde vive el maestro. Si Higaonna Sensei quiere practicar o intervenir en alguna clase, solamente tiene que ponerse su karategi y bajar las escaleras. ¡Menuda sorpresa nos dio la primera vez que le vimos aparecer inesperadamente! Y en el dojo no hay mucho más. Ni duchas ni vestuarios. Solo una sala de práctica de unos 40 m2. Por cierto, ¡tampoco hay aire acondicionado, a pesar del calor y la humedad! No hay comodidades, pero esto contribuye a entender el espíritu original del karate.
Los grupos de clase están conformados por 8 o 10 personas, hasta un máximo de 14 o 15, aunque no es raro ver gente entrenando fuera del horario estipulado, porque el dojo está a disposición de los karatekas. En general, los dojo okinawenses responden a estas características. Pequeños y sobrios, pero claramente destinados a cumplir su función: albergar el auténtico karate tradicional.
¿Tú dejas entrar a cualquier persona en tu casa? Pues los karatekas okinawenses tampoco. Por eso para practicar allí se requieren normalmente ciertas referencias o alguna persona que te presente, te avale y te ponga en contacto. Esto no siempre es fácil, y no todo el mundo puede conseguir estas referencias. Para eso se ha creado el Centro de Información del Karate de Okinawa. Aquellos karatekas que van a viajar a las Ryu Kyu y quieren practicar karate allí pueden contactar con el centro para que les ayuden a planificar su práctica, les pongan en contacto con los dojo adecuados y les faciliten la relación con los maestros. ¿No es estupendo?

El maestro Miguel Da Luz, responsable del Centro de Información de Karate de Okinawa, en las instalaciones del Karate Kaikan
El principal artífice de todo esto es Miguel Da Luz. Este karateka francés fue a vivir a Okinawa buscando el origen del arte marcial que tanto amaba. ¡Y vaya si lo encontró! Hoy se dedica a promocionar el karate tradicional como una forma de devolver a los maestros okinawenses y al karate todo lo que le han dado a él. Está desarrollando una labor excepcional, y los maestros le respetan y le aprecian, porque saben que trabaja duro por el bien del karate.
En nuestra visita nos contaba que “hay practicantes de karate Shotokan o Shito Ryu que visitan Okinawa y no saben si es posible practicar en los dojo. Pues es posible. Lo mejor es contactar dos meses antes con la Oficina de Información del Karate de Okinawa para prepararlo. Por ejemplo, para personas que hacen Shotokan es más fácil practicar aquí Shorin Ryu, porque está más cerca. Para personas que hacen Shito Ryu o Kyokushinkai, es posible que practiquen en dos dojo para conocer el Naha Te y el Shuri Te”.
Aunque no es su misión principal, también pueden ayudar a los karatekas foráneos con cuestiones como el alojamiento o la manutención, y Miguel Da Luz nos advertía que “hay que pensar que una semana en Okinawa con alojamiento, comida y entrenamiento puede tener un coste de 800 euros, sin contar el viaje. No es tan caro como Japón”.

El estanque principal del acuario de Okinawa
No todo es Karate en Okinawa
Y no todo es karate en Okinawa. Para aprovechar las enseñanzas de los maestros es necesario también descansar, y las hermosas playas de la isla son una oportunidad estupenda. También podemos comer Goya, una especie de pepino amargo al que algunos consideran responsable de la longevidad de los okinaweses por sus saludables propiedades. O si quieres hacer turismo puedes visitar el magnífico Castillo de Shuri y hacerte en su patio las fotos de rigor con tu karategi, o puedes visitar el Acuario, donde encontrarás, entre otras muchas especies, a los enormes tiburones ballena.
Otra de las misiones que cumple el centro es descubrir a los visitantes lugares emblemáticos de la isla relacionados con el karate. Por ejemplo, el Museo del Karate Kaikan, y otro museo privado del Karate y el Kobudo, gestionado por el maestro Tetsuhiro Hokama y ubicado en su dojo. También otros puntos de interés, como los dos monumentos a Funakoshi o el famoso Budokan.
Museo del Karate y el Kobudo de Hokama Sensei

ALgunas armas tradicionales poco conocidas
El dojo del maestro Tetsuhiro Hokama es muy particular, como el propio maestro. En él podemos encontrar un peculiar Museo del Karate y el Kobudo, con fotografías y objetos que Hokama Sensei ha ido reuniendo y que ha expuesto para que todo el mundo pueda disfrutarlos. Llaman la atención, por ejemplo, las imágenes de decenas de maestros que han ido conformando la historia del Karate en el último siglo, así como otras de artes marciales que han influido en el desarrollo de las artes de combate de las Ryu Kyu. Podemos encontrar también una amplia colección de armas, algunas de ellas poco conocidas en el kobudo okinawense, y otros artefactos utilizados en el karate, como cascos de kendo que se emplearon en los primeros experimentos de combate libre, llamado Bogu Kumite. En definitiva, un lugar cargado de historia en el que detenerse a curiosear y, de paso, conocer a una persona tan especial como el maestro Tetsuhiro Hokana Sensei.
Lugares de interés para el Karate Okinawense
Existen otros puntos de la isla que los karatekas puede visitar. Como los dos monumentos a Funakoshi Gichin, okinawense y responsable de los primeros pasos del Karate fuera de Okinawa. Uno de ellos está situado en el Parque Onoyama, a la entrada del Santuario y consiste en una pequeña construcción financiada por la Japan Karate Assotiation que recoge, entre otros textos, los 20 preceptos del maestro. Y en el Parque Sueyoshi, la Shotokai plantó dos hermosos pinos, uno en honor de Funakoshi Sensei y el otro en honor de su hijo Yoshitaka.
El edificio del Budokan también fue construido hace mucho tiempo con idea de albergar los eventos más importantes del karate en las Ruy Kyu, honor que ahora comparte con el Karate Kaikan.
Además, Miguel Da Luz y su equipo pueden descubrir a los viajeros interesados muchos otros lugares que son parte de la historia del karate okinawense.
El magnífico servicio que presta el Centro de Información del Karate de Okinawa es completamente gratuito y además podéis contactar con ellos en varios idiomas, incluyendo el español, por lo que no solamente es una herramienta de gran utilidad, sino que está al alcance de la mano. Podéis visitar su página web okic.okinawa y como nos decía el propio Miguel Da Luz: “Ahora es muy fácil venir a Okinawa. Hay personas que pueden organizarse solas, y eso está bien, pero también hay personas que no saben lo que pueden hacer y lo que no, y pueden contactar con nosotros”. Una oportunidad única para todos aquellos karatekas que quieran disfrutar de este arte en su lugar de origen, porque practicar Karate en Okinawa es ahora más fácil que nunca.
Juan Antonio García Ruiz
www.karatekidokan.com
Estimado Juan
Mi nombre es Mario Diaz Riveros. Practicante de Karate chileno. Hijo de sensei Mario Diaz Serrano, karateca, ex seleccionado y entrenador chileno durante la década de los 80 y 90s.
Actualmente, promuevo el karate desde el sur de Chile (Valdivia).
Mi intención es postular a una beca que me permitiría viajar y practicar en Okinawa.
Si es posible, tienes el contacto de Miguel Da Luz, o cualquier otra referencia ?
Agradecería mucho tu ayuda. Cumpliría mi sueño de viajar y practicar en Okinawa.
Saludos
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Saludos. Esta es la web de la oficina de información del karate de Okinawa
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http://okic.okinawa/es/ pero puede contactar con Miguel Da Luz a través de redes sociales como Facebook. Suerte
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Gracias
Saludos
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