Los 5 grandes maestros de las Artes Marciales

En la historia de la lucha y el combate ha habido a lo largo de la historia muchos grandes maestros. Consideramos sin embargo que debido a su repercusión, a su aportación al mundo de las artes de combate, a la trascendencia de su legado y a la gran aceptación en todo el mundo de los sistemas que representan que estos son los 5 grandes maestros de las artes marciales.

1. MIYAMOTO MUSASHI: la estrategia del sable samurai

Sin lugar a dudas las artes marciales japonesas tienen como base las prácticas de los samurai. Y si hay un guerrero japonés conocido en todo el mundo y que ha influido en el desarrollo de las artes de combate ése es Miyamoto Musashi. La historia y la leyenda de este personaje se confunden, dado que lo que hoy sabemos de él nos llega a través de escritos imprecisos y llenos de contradicciones, pero es indudable que con la creación de su escuela de Kenjutsu y con su famoso Libro de los Cinco Anillos ha supuesto una clara referencia para el desarrollo del Budo en Japón.

Musashi descendía de una familia de samurai especializada en el arte del sable y del jitte. El Jitte es un arma en forma de punzón con una horquilla lateral que se usaba con la mano izquierda  para detener e inutilizar el sable del adversario mientras con el sable propio en la mano derecha se finalizaba el combate.

El Jitte se empleaba para bloquear y trabar el sable del enemigo

Probablemente esta escuela familiar sirvió de base para su propia escuela a la que llamó primero Enmei Ryu y finalmente Niten Ichi Ryu, que empleaba dos sables, uno corto en la mano izquierda y uno largo en la derecha. Ya desde muy joven cuestionaba las enseñanzas de su padre, e incluso con 12 años se batió en duelo con un reputado samurai al que venció con un bokken (espada de madera) aprovechando que éste no esperaba que un niño fuese capaz de batirse con él. Más tarde participó en la guerra  por el shogunato, en el bando perdedor, lo que le granjeó un futuro incierto. Por todo ello decidió buscar su propio camino en el kenjutsu iniciando su Musa Shugyo, un peregrinaje de pueblo en pueblo durante el cual se batió en más de 60 duelos para mejorar sus habilidades y progresar en el arte de la espada. No se limitó a mejorar su técnica, sino que utilizaba la distancia y el terreno en su provecho y empleaba estrategias como hacer esperar al rival para que se pusiese nervioso o para que perdiese el coraje. Se dice que nunca fue derrotado, aunque él mismo escribiría años más tarde que esto se debió en unas ocasiones a la poca preparación de sus rivales y en otras simplemente a la suerte. En torno a los 30 años la historia pierde la pista de  Miyamoto Musashi después de participar de nuevo en la guerra por el shogunato (curiosamente esta vez en el bando contrario), pero podemos suponer que dedicó este tiempo a la meditación y a desarrollar su escuela Niten Ichi Ryu. En su madurez siguió participando en duelos, pero en menor número y con una diferencia importante: no era él  quien los busca, sino que su fama como experto en el combate hacía que fueran otros los que le retaban a él. En sus últimos años prestó servicios de diferentes señores, pero normalmente como invitado y no como vasallo. Finalmente, cuando la edad y la enfermedad hicieron mella en él, decidió plasmar su saber en un texto como presente a las generaciones venideras y escribió el Go Rin No Sho (Libro de los Cinco Anillos). Éste libro de estrategia en la lucha no solamente ha sido una referencia en el kenjutsu, sino que sus enseñanzas se han extrapolado a todas las artes de combate en general e incluso se emplean en técnicas comerciales y de negociación. Un texto que todo luchador debe leer y estudiar pues desentraña los caminos de la estrategia en las artes marciales que permitieron al gran Miyamoto Musashi convertirse en el más famoso samurai de todos los tiempos.

 

2. GICHIN FUNAKOSHI: el karate se abre al mundo

El karate es hoy una de las artes marciales más conocidas y practicadas en el mundo. Sin embargo, hasta primeros del siglo XX no sólo se conocía únicamente en una pequeña isla del pacífico llamada Okinawa, sino que incluso entre los habitantes de esta isla su práctica era secreta y únicamente se enseñaba de padres a hijos o a personas muy cercanas. Todo esto cambió con la restauración Meiji que modernizó Japón y que permitió que el Karate se practicase abiertamente en Okinawa y que se conociese en todo el país. Y uno de los artífices fundamentales de esta expansión del arte okinawense fue Gichin Funakoshi.

El maestro Funakoshi realizando la defensa Jodan Age Uke

El maestro Funakoshi no fue un niño fuerte. Cuentan que al nacer los médicos le dieron muy poco tiempo de vida, pero que incomprensiblemente salió adelante aunque era débil y enfermizo. Cuanto tuvo cierta edad su padre lo encomendó a un amigo suyo para que el entrenamiento le hiciera más fuerte y mejorase su salud. Así comenzó a aprender karate bajo la tutela del maestro Ankho Azato, que con el paso del tiempo le presentó al gran maestro Ankho Itosu y con ambos continuó su progreso marcial. Con la restauración Meiji Japón trató de organizarse como un pais funcional y moderno y las artes marciales quedaron agrupadas bajo el control de la Butokukai, organismo que celebró en Tokyo una gran Exhibición de Artes Marciales Japonesas e invitó a un grupo de maestros de karate a participar en ella. Este grupo estuvo encabezado por el maestro Funakoshi. El éxito del karate en esta demostración pública fue tal que diferentes personalidades (entre ellas Jigoro Cano, el padre del Judo) pidieron que el maestro se quedase en Tokyo a enseñar más de este arte desconocido hasta entonces para ellos. Por cirunstancias, los primero alumnos del maestro Funakoshi fueron estudiantes universitarios, que lograron que se impartiesen clases en la Universidad. Muchos otros alumnos se interesaron por el karate y pronto había un gran número de karatekas también en otras universidades. El karate empezaba a conocerse en Japón, se construyó el primer Dojo, el Shotokan, y otros maestros okinawenses se instalaron en diferentes regiones del país y siguieron los pasos de Gichin Funakoshi. También con el tiempo diversos alumnos de Funakoshi Sensei impartieron clases y algunos incluso fundaron sus propios estilos: Masatoshi Nakayama lideró el estilo Shotokan, Shigeru Egami el estilo Shotokai, Hironori Otshuka creó el estilo Wado Ryu, Masutatsu Oyama el estilo Kyokushinkai… Por este motivo se le considera el padre del karate moderno practicado en Japón y en el resto del mundo, y por eso es sin duda uno de los más destacados maestros de la historia de artes marciales.

 

3. JIGORO KANO: padre del Judo moderno

Jigoro Kano fue un personaje muy influyente. Lo fue en su país, Japón, dónde contribuyó a su desarrollo como nación moderna tanto en el ámbito de la educación como en el del deporte. Y también fue relevante su papel en el desarrollo del deporte mundial por su vinculación directa con el movimiento olímpico.

De joven fue un gran estudiante. Se graduó en la Universidad de Tokio en Literatura, Política y Económicas,  y para entonces ya dominaba además varios idiomas. Paralelamente a los estudios universitarios, estudió jujutsu como un intento de paliar su baja estatura y su debilidad física. Comenzó su práctica en el estilo Tenshin-Shinyo en el dojo del maestro Hachinotsuke Fukuda e hizo grandes progresos, centrándose al parecer en las técnicas que requerían de menos fuerza muscular y adaptándolas en ocasiones a sus características físicas. Al cabo de unos años éste falleció, quedando el maestro Kano al frente del Dojo y pasando a aprender con el maestro Masatomo Iso, del mismo estilo de Jujutsu.

El Sensei Jigoro Kano , fundador del Judo, realizando una técnica

El Sensei Jigoro Kano , fundador del Judo, ejecutando una luxación

Cuando se graduó en la Universidad se dedicó a la enseñanza en el Gakushuin, un colegio de élite para los hijos de los nobles, dónde con el tiempo fue creciendo en importancia hasta convertirse en Rector. Además fundó su primer dojo de Judo: el Kodokan. Jigoro Kano tenía cada vez más alumnos, y empezó a realizar ciertas modificaciones en su jujutsu con objeto de mejorar la enseñanza que supondrían los primeros cimientos de lo que hoy es el programa de Judo. En esta época se crearon también algunos de los kata y posteriormente se establecería el Gonkyo (programa oficial de Judo). Sus alumnos más antiguos alcanzaron el grado de Cinturón Negro y participaron en torneos organizados por la Policía en los que derrotaban a menudo a los jujutsukas. Debido a estos buenos resultados, el judo se introdujo en las escuelas de la policía de Tokio y más tarde en escuelas militares. Llegó en momento en el que tuvo que renunciar a su cargo en el Gakushuin para hacerse cargo de labores más relevantes en el Ministerio de Educación. El hecho de que sólo dos años después de la creación de la Butokukai se eligiera a Jigoro Kano como presidente es un claro ejemplo del prestigio alcanzado por el maestro tanto en el mundo de la política como en el de las artes marciales. Conoció en estos años a otros maestros fundamentales en la historia, como Gichin Funakoshi o Morihei Ueshiba, e incluso los invitó a mostrar sus respectivas artes en el dojo Kobukan y envió a algunos de sus alumnos a aprender con ellos. En los años siguientes el maestro se dedicó a enseñar y difundir el Judo con exhibiciones y conferencias en Japón y en otros lugares del mundo aprovechando los viajes que realizaba para el gobierno desde los distintos cargos que desempeña con objeto de estudiar los sistemas educativos occidentales. Y fruto de su buena labor fue nombrado el primer Miembro del Comité Olímpico Internacional en representación de Japón y asistió como tal a diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos. A sus 77 años regresaba en barco de una reunión del COI en El Cairo para discutir cuestiones sobre la futura celebración de los Juegos Olímpicos en Tokio en 1940. Jigoro Kano falleció a causa de una neumonía en aquel viaje. Los juegos de 1940 no se celebraron debido a la II Guerra Mundial, sin embargo Tokio fue sede en 1964 y el Judo fue incluido en el programa oficial, lo que junto a la labor del maestro Kano le dio el espaldarazo definitivo para convertirse en uno de las artes marciales más practicadas en el mundo.

 

4. MORIHEI UESHIBA: la armonía espiritual del Aikido

El abuelo de Morihei Ueshiba era samurai. Su padre era un adinerado terrateniente que se dedicaba al campo y a negocios de suministros. Tuvo una infancia cómoda y en su juventud siguió sin mucha fortuna los pasos empresariales de su padre y posteriormente pasó por el ejército luchando en la Guerra Ruso Japonesa. A su regreso, lideró a un grupo de familias de su región que se estableció en la isla de Hokkaido, zona que se abría en ese momento al desarrollo y que acogía a quienes quisieran trabajar la tierra. En estos años conoció al maestro de Daito-Ryu Aiki-jutsu Sokaku Takeda, con el que alcanzó gran maestría en la práctica del Jujutsu. Unos años después conoció a Onisaburo Deguchi, líder de la secta Shintoísta Omoto, que le marcó profundamente y al que siguió cuando éste se marchó a vivir a sede de la secta en Ayabe. Si las técnicas del Aikido están claramente influenciadas por el Jujutsu de Takeda, sus principios y filosofía fueron inspirados sin duda a O Sensei por Deguchi, por lo que es en esta época en la que el maestro inicia el camino de lo que luego se convertiría en el Aikido. La tercera gran fuente de la que bebió el maestro fue su práctica de Kenjutsu de la escuela Shinkage, en la que se basan muchos de los desplazamientos y movimientos su arte. Deguchi animó a Morihei Ueshiba a enseñar artes marciales, pues consideraba que era la mejor manera de que se realizase como persona, y por ello comenzó a aceptar alumnos. Los primeros fueron jóvenes seguidores de la secta Omoto, pero pronto personas ajenas se interesaron también por la práctica y el grupo creció notablemente. El Maestro Ueshiba, que desde que llegó a Ayabe pensaba en establecer su propio arte independiente de otros budo, proclamó entonces el Aiki-Bujutsu como nueva forma de arte marcial.

O Sensei Ueshiba realizando una proyección

O Sensei Ueshiba proyectando a un alumno

Su fama fue creciendo hasta el punto de tener que viajar a Tokyo en diversas ocasiones a realizar exhibiciones e instruir a militares y personajes influyentes de la política y los negocios, por lo que finalmente decidió establecerse en la capital y  fundar el dojo Kobukan. También decidió cambiar el nombre de Aiki-Bujutsu por Aikibudo, para distinguirlo finalmente de las escuelas tradicionales y poner de manifiesto las diferencias filosóficas existentes entre ambos. Poco después surgió el definitivo nombre de Aikido cuando el gobierno japonés unificó todas las formas de budo en la Butokukai, con la intención de identificarlo claramente como un arte marcial con entidad propia y diferenciado de otros como el  el Judo o el Kendo. Al parecer la estandarización que llevó a cabo por la Butokukai no era del gusto del Maestro Ueshiba, lo que unido a problemas legales de la secta Omoto hizo que se retirase a un Santuario construido con idea de continuar el verdadero camino del Aikido  , y dejase que fueran sus alumnos quienes gestionasen el Aikido a nivel institucional. La forma de entender las artes marciales del maestro como una manera de realización personal y de unión con el universo han influenciado sobre manera a muchas otras artes marciales, especialmente las japonesas. Hoy en día, hay un gran número de practicantes repartidos por todo el planeta que preservan los principios filosóficos y técnicos que O Sensei Ueshiba condensó en una nueva visión del Budo: el Aikido.

 

5. BRUCE LEE: de las artes chinas a un nuevo enfoque

Lee Jun-Fan nació en el año del Dragón en la hora del Dragón. Éste fue ya el primer hito de los que convertirían a ese niño en uno de los mayores mitos del mundo de las artes marciales: Bruce Lee. A pesar de que es ampliamente conocido como un famoso actor del cine de acción, no es ese su principal papel en lo que a las artes marciales se refiere. Bien es cierto que con sus actuaciones, su colaboración en las coreografías y su tremendo carisma inspiró a millones de personas a acercarse a las artes marciales y en especial al Kung Fu, que hasta su irrupción en la pantalla era un gran desconocido fuera de China. Pero ésta, aunque importante, es la menor de sus contribuciones.

Bruce Lee practicando Wing Chun con su maestro Yip Man en uno de sus viajes de regreso a China

Norteamericano de nacimiento aunque de padre chino y madre chino-alemana, vivió su niñez en el país asiático y se convirtió en un adolescente conflictivo, que se veía envuelto en peleas callejeras y por eso, aunque ya había practicado Tai Chi con su padre, empezó a estudiar Kung Fu, en concreto Wing Chun, con el reconocido maestro Yip Man en su academia. A pesar de ello parece que seguía siendo problemático y se relacionaba con malas compañías por lo que su padre para alejarle de ellas le envió a Estados Unidos aprovechando su doble nacionalidad. Allí Bruce alternó trabajos mal remunerados con la enseñanza del Wing Chun y cada vez fue teniendo más alumnos (incluso con grupos en diferentes ciudades), la mayoría de ellos americanos. Éste es otro de los puntos que le hacen ser un personaje determinante en el mundo marcial, pues contribuyó a que las artes chinas, practicadas hasta entonces casi en secreto, se abrieran a todo practicante interesado independientemente de su origen. Pero la comunidad china no aprobaba la enseñanza del kung fu a extranjeros y le retó a un combate para dilucidar si tenía derecho enseñar a quien quisiera. Venció la pelea, pero ésta le hizo darse cuenta de sus limitaciones como luchador y a partir de este momento fue progresivamente modificando su sistema de combate, haciendo más hincapié en la preparación física y en la velocidad de los golpes y desplazamientos. También fue desarrollando nuevas formas de entrenamiento basadas en la metodología occidental.  Sufrió una lesión de gravedad en el sacro que le tuvo impedido en el hospital varios meses y aprovechó este tiempo para reflexionar y tomar notas sobre su idea de lo que debía ser la práctica para el combate. Analizó en profundidad los que para él eran lo errores de los sistemas tradicionales, obsoletos y demasiado rígidos, y estableció las bases de lo que sería su nuevo sistema: el Jeet Kune Do. Sus reflexiones y conclusiones sobre los métodos de entrenamiento tradicionales y la necesidad de una mayor flexibilidad y naturalidad en el combate, aunque basadas en los principios generales del Wing Chun, supusieron una revolución y un nuevo paradigma dentro de las artes marciales.

Bruce Lee murió en 1973 en extrañas circunstancias, lo que contribuyó de manera definitiva a elevar al personaje, importante más allá de toda idealización, a la categoría de leyenda.

Juan Antonio García Ruiz
www.karatekidokan.com

 

FUENTES

– TOKITSU, K. «Miyamoto Musashi» Editorial Paidotribo (2008)
– FUNAKOSHI, G. «Karate Do Mi camino» Dojo Ediciones
– FUNAKOSHI G. «Karate Do Kyohan» Diojo Ediciones
– UESHIBA, K. «La esencia del Aikido» Dojo Ediciones (2008)
– LEE, B. «Chinese Gung Fu : the philosofical art of self defense» Black Belt        Communications (1988)
– LEE, B. «El Tao del Jeet Kune Do» Editorial Eyras (1990)
– WIKIPEDIA http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia
– EF DEPORTES http://www.efdeportes.com/efd51/kano.htm

10 comentarios en “Los 5 grandes maestros de las Artes Marciales

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  2. Me parece importante investigar, yo lo estoy haciendo, a Toyama Kanken, creo que no se le debe dejar afuera y la mayoría de las veces es así. Toyama Kanken, fue el alumno mas destacado de Anko Itozu conjuntamente con cuatro mas, Chosin Chibana y Funakoshi Gichin y al contrario de Gichin, consideró que no debían existir los estilos, que el Karate era uno solo… Fue fundador de la AJKF y de la escuela Shudokan (casa para el estudio del camino) El obtuvo dos consagraciones, una conjuntamente con Chosin Chibana de se nombrado por el Ministerio de la Defensa con el título de hombre perfecto y solamente a el por la sociedad virtuosa de las Artes Marciales de Japón, como el único que podía otorgar todos los danes y grados habidos en todos las estilos de Karate, por conocerlos y dominarlos a fondo…

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    • Efectivamente, hay que investigar y estudiar (además de practicar, por supuesto). No conozco a Toyama Kanken (Itosu tuvo muchos alumnos pero buscaré por ahí), pero la afirmación de que Funakoshi creía que debían existir los estilos… me parece que no se corresponde con la realidad. Por lo que yo sé, Funakoshi Sensei estaba en contra de los estilos, consideraba que todo el Karate era el mismo, y no estaba de acuerdo con que llamase a su karate Shotokan.

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  4. que tal amigos como practicante de las artes marciales practique varios años el Yudo y me gusto mucho por su elegancia y formas que te invitan al perfeccionamiento tanto mental fisico y espiritual.

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  5. bruce lee yo que sepa fue mas que un luchador genuino un actor de artes marciales si bien vencio en combate para ser autorizado para sus practicas marciales pero se enfrento a uno mucho mas grande que el , no puedo entender porque un actor de artes marciales es considerado unos de los mejores en ese deporte ,me parece que hay que investigar mas a fondo este tipo de arte marcial y hacer un informe mas serio.

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    • Roberto, el hecho de haber revolucionado el combate y traer la practica del arte marcial chino a occidente, hace de bruce lee una leyenda de las artes marciales, he visto grandes luchadores de artes marciales mixtas dándose mamporrasos y partiéndose la cara en un ring hasta las ultimas consecuencias sin tener en cuenta absolutamente nada de la parte mental, recordemos que un arte marcial mas alla de una tecnica de combate establece una filosofia de vida y bruce si que marco esa diferencia, aprate de ser un gran peleador

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  6. No estoy del todo deacuerdo con lo de que Musashi Miyamoto sea un conocido como uno de los mejores artistas marciales, si bien si era alguien muy habilidoso en lo que era el combate entre samuráis varios de sus encuentros uso estrategias muy poco honorables, hasta sucias como tardar horas y horas en sus encuentros, burlarse de sus contrincantes y demás, si es un combate libre todo vale pero estamos hablando de honor y de samuráis que para ellos era lo más importante de todo, como dije no dudo de su habilidad pero el mejor no creo por lo que dije antes pero bueno es mi opinión.

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