¿Quién no ha visto las películas de la saga «Karate Kid»? Muchos artistas marciales de hoy se iniciaron en los sistemas de combate orientales inspirados por las películas de Bruce Lee, pero generaciones posteriores lo hicieron con la esperanza de convertirse en el joven Daniel San, y de encontrar un maestro como el que le mostraba el camino de la mano vacía en la película, el famoso Sr. Miyagi. Este personaje es evidentemente ficticio, pero encarna muchas de las virtudes y los valores de los maestros reales de karate. Pero, más allá de encarnar esos valores afines a todos los estilos de karate, podemos decir que el Sr. Miyagi es un maestro del karate okinawense más tradicional. Y eso que el actor que lo interpretó, Noriyuki «Pat» Morita, no solo no nació en las Ryu Kyu, sino que ni siquiera era japonés. ¡Ni karateka! Eso sí, en la película contaron con la participación del Sensei Fumio Demura, que ejerció de doble de acción y contribuyó con sus conocimientos y experiencia a hacer del personaje del Sr. Miyagi un auténtico maestro de karate tradicional okinawense. ¿Por qué podemos hacer esta afirmación? Aquí tienes 5 razones de peso:

 

1.Comparte muchos rasgos con los maestros de verdad

El Sr. Miyagi,  a pesar de ser un personaje de ficción, tiene grande similitudes ilustres personajes del karate de las Ryu Kyu. Sin ir más lejos, su apellido coincide sospechosamente con el del gran maestro y fundador del estilo Goju Ryu, Chojun Miyagi. Pero además, su trabajo consiste en arreglar los desperfectos que se van originando en un complejo residencial, y a eso precisamente se dedicó Gichin Funakoshi  cuando se estableció en Tokio y se convirtió en la primera persona que enseñó karate fuera de Okinawa. ¡El Sr. Miyagi incluso se asemeja físicamente a Funakoshi Sensei!

 

 

2. Ha aprendido y transmitido su karate de la manera tradicional

En la actualidad el karate se enseña en grupo, pero es no era la manera tradicional de transmisión en Okinawa. Un maestro de karate tenía, normalmente, muy pocos alumnos a lo largo de su vida, generalmente familiares o allegados a la familia, y les enseñaba de manera individual. Así aprendió también el Sr. Miyagi, cuyo maestro no era otro que su padre, que tuvo solamente otro alumno: el mejor amigo de Miyagi, llamado Sato, que juega un papel importante en la segunda entrega de la saga. Y así también es como enseña a Daniel San, su único alumno.

 

3. Sus conocimiento provienen de china

El padre de Miyagi le enseñó a él, pero… ¿quién enseñó a su padre? Él mismo cuenta la historia de que su abuelo era un pescador que «se durmió en su barca frente a la costa de Okinawa y despertó frente a la costa de China». Volvió al cabo de los años con tres tesoros: su mujer, sus hijos…¡y el karate! Es una clara alusión a los orígenes chinos del karate ¿no te parece? Y demuestra que la práctica del Sr. Miyagi tiene unas fuertes raíces chinas. Además, como es frecuente en los maestros de Kung Fu y en los antiguos luchadores okinawenses, tiene conocimientos de medicina tradicional. Un conjunto de textos chinos conocido como «Bubishi» ejerció una gran influencia en el desarrollo del karate en Okinawa, y contiene todo un tratado de herbología y prácticas destinadas a paliar los efectos del entrenamiento. El Sr. Miyagi prepara brebajes, ungüentos… y repite varias veces eso de frotarse las manos para sanar las articulaciones doloridas. ¿Lo aprendería del Bubishi?

 

4. Sus técnicas favoritas son claves en los estilos okinawenses

La conocidísima «técnica de la grulla», inspirada en técnicas de karate y el estilo de la Grulla Blanca

¿Cuál es el movimiento más conocido de Karate Kid? ¡La técnica de la grulla! Pues hablando de la influencia china, uno de los sistemas continentales que más influenciaron a los pioneros del karate fue el estilo de la Grulla Blanca ( y otros tipos de grulla también, aunque suene a broma). No parece casualidad ¿a que no? Vale, la técnica de la grulla no es un ataque infalible del karate, pero si se realiza en la posición Tsuru Ashi Dachi, que aparece en katas como Chinto (Gankaku) y la patada es Mae Tobi Geri, es decir, la patada frontal en salto. Por otro lado, en Karate Kid II cobra protagonismo un pequeño tambor que se gira de manera que las bolas que rematan unas pequeñas cuerdas golpean haciéndolo sonar, representando así el empleo de la cadera en las técnicas. La cadera es fundamental en muchos movimientos de karate, pero cobra especial relevancia en algunas líneas de Shorin Ryu okinawense.

 

5. Su karate no sigue los cánones impuestos en Japón

Cuando el karate llegó a Japón y empezó a practicarse allí masivamente, sufrió muchos cambios, originados por la situación y la ideosincrasia del país del sol naciente. Pero parece que estas novedades no han llegado nunca a oídos del Sr. Miyagi. Por ejemplo, se estableció el sistema de cinturones de color, pero para el Sr. Miyagi el cinturón es, literalmente, «para sujetarse los pantalones». También se estableció el karategi como uniforme oficial, pero en 4 largometrajes no hay ni una sola imagen del Sr. Miyagi vistiendo esta prenda. Sorprendente ¿verdad?.  Otro de los procesos que se dieron en Japón fue el nacimiento del karate deportivo, pero cuando el Sr. Miyagi llega con su pupilo a la competición ni siquiera sabe las reglas. «primera vez tú, primera vez yo» le dice a un incrédulo Daniel San. Está claro que la competición no es su fuerte.

 

¿Estás ya convencido de que el Sr. Miyagi es un maestro okinawense en toda regla? Por cierto, voy a darte un último dato ¿sabrías decir cuál es su nombre de pila? Kesuke, se llama Kesuke. Pero tú, yo y todos los fans de Karate Kid, recordaremos siempre a ese pequeño gran maestro de karate encarnado por «Pat» Morita por el nombre que recibía de su pupilo Daniel San. En nuestro corazón siempre estará… el Sr. Miyagi.

 

Juan Antonio García Ruiz
www.karatekidokan.com