3 grandes verdades y 3 pequeñas mentiras sobre el Karate

Las artes marciales suelen tener orígenes que se pierden en el tiempo. Por eso a veces lo que se conoce hoy día de ellas puede no ser exactamente la verdad. Y el hecho de que se hayan extendido por todo el mundo y se practiquen a veces con muy poco o ningún contacto con su origen, también ayuda. En el caso del Karate, es posible que al dar por ciertas algunas creencias más o menos extendidas, caigamos en el error. Y puede que otras que nos parezcan ridículas estén más cerca de la verdad. Seguramente ninguna de las afirmaciones que hacemos a continuación sean completamente acertadas o erróneas, pero queremos dar nuestra interpretación de estas 6 cuestiones, de las que consideramos 3 verdaderas y tres falsas:

1. EL KARATE ES PARA DEFENDERSE

VERDADERO

¿Podemos decir sin temor a equivocarnos que el objetivo del Karate es la defensa personal? Pues sin duda uno de sus objetivos es ése, y desde luego sí podemos afirmar con rotundidad que no está hecho para la agresión. Y no solo por una cuestión de valores, sino por su propia concepción. Un amigo y gran maestro me dijo en una ocasión que el Karate no es un arte marcial: es un arte civil. Efectivamente, a diferencia de otros sistemas, el Karate no tiene relación alguna con la guerra. Nadie diría que el kenjutsu (el arte del manejo de la katana) es un sistema de autodefensa. Puede emplearse para la defensa, pero está diseñado para atacar en la batalla. Pero el karate… sí está diseñado como método de defensa personal. Un claro ejemplo de esto es su baluarte más importante de transmisión, es decir, las katas. Las secuencias de las katas están siempre diseñadas para responder a un ataque, de manera que el agredido acaba imponiéndose. No existen secuencias de las katas para someter a un adversario iniciando el ataque. En Kenjutsu, por ejemplo, en muchos casos el practicante que inicia una secuencia con una técnica ofensiva termina siendo el vencedor. Pero nunca es así en Karate, lo que demuestra que es, claramente, un sistema solo y exclusivamente de autodefensa.

 

2. EL KARATEGUI Y EL CINTURÓN SON LA INDUMENTARIA TRADICIONAL

FALSO

Modelo actual de Karategio y Obi (cinturón)

No es verdad. O al menos lo son solamente desde hace unos años. La práctica de Karate se realizaba hasta mediados del siglo XX con la ropa que uno llevaba puesta, sin más, o incluso despojándose de ella y quedándose «en paños menores» para no estropearla o romperla. Es con la creación de la Butokukai (una especie de federación que englobaba todas las artes marciales) cuando se estandariza el uso del karategui y los cinturones de colores. Y ni siquiera se inventó directamente para el karate, sino que se copió del Judo. En Okinawa, lugar de origen del Karate, tardó aún más tiempo en implantarse. Es verdad que ya lleva casi un siglo usándose, pero antes de eso, ni siquiera existía la palabra karategui.

 

3. EN KARATE SE USABAN ARMAS

VERDADERO

No puede ser, esto es un error. Todo el mundo sabe que Karate significa «mano vacía», es decir, sin armas. La verdad es que Karate significa eso… ahora. Pero antes significaba otra cosa. ¿No te lo crees? Pues hasta el siglo pasado, en Okinawa al Karate se le llamaba Tote, que significa «mano china», y al emplear por primera vez la palabra karate, también se empleaban los kanji «kara» (china) y «te» (mano). Lo que ocurre es que era un período de belicosidad entre China y Japón, y no era muy adecuado tratar de introducir en el país nipón un arte marcial con el nombre de su enemigo en el campo de batalla. Por eso se cambió el kanji que significaba «china» por otro que se pronuncia igual, «kara», pero significa «vacía». Por el mismo motivo, en esta época también se cambiaron los nombres de las katas en algunos estilos. Digamos que fue un lavado de cara por cuestiones de marketing.

Kobudo training, Okinawa, note the hojo undo tools in the ba

Karatekas practicando con armas, en este caso bo y tonfa

Pero originalmente, el Karate era «mano china» y se practicaban armas paralelamente a la mano vacía. Normalmente cada maestro de Karate era especialista en una o dos de ellas. Posteriormente (de nuevo hablamos del siglo XX) esta práctica de armas se estructura dentro de un sistema global que se llamó Kobudo okinawense, pero antes no existía el Kobudo, sino que el entrenamiento con el bo, el sai, los kama, el nunchaku, etc… estaba integrado dentro del karate.

 

4. EL KARATE ERA PRACTICADO POR LOS PESCADORES Y CAMPESINOS

FALSO

Siempre se ha dicho que el karate era practicado por campesinos y pescadores okinawenses. Y es una historia bonita, sí, pero falsa. Maestros como Kanga Sakugawa (1733-1815), Sokon Matsumura (1798–1890) o Yasutsune Itosu (1832-1915) fueron Bushi o Peichin, lo que podemos considerar el equivalente okinawense a los samurai. Incluso existía un estilo, el Motobu Udundi, que se practicaba en el seno de la familia real. Aunque también hubo maestros del pueblo llano, como por ejemplo Kanryo Higaonna (1853-1916), que provenía de una familia de marinos y comerciantes. Pero, desde luego, fueron los menos.  Los campesinos y pescadores en Okinawa seguramente estaban bastante ocupados trabajando para comer como para ponerse a practicar artes marciales.

 

5. LOS MAESTRO ANTIGUOS TENÍAN UN MANUAL DE CONSULTA

VERDADERO

¿Un manual? Será en una época reciente ¿no? Pues no tan reciente. No se sabe desde cuando, pero en el siglo XVIII ya existía un texto que los maestros okinawenses guardaban como un tesoro y que se ha venido a llamar Bubishi. El Bubishi no era un libro, sino una recopilación de diversos escritos y diagramas de origen chino sobre el estilo de la Grulla Blanca (precursor del Karate), la lucha cuerpo a cuerpo, los meridianos y puntos vitales, remedios caseros para recuperarse de lesiones, ungüentos y mejunjes para curar problemas físicos ocasionados por la práctica y el combate…

bubishi

Dibujos similares a éstos debían aparecer en los diferentes ejemplares del Bubishi

Por supuesto no existía la imprenta, así que aquellos privilegiados que podían disponer de uno, normalmente de su maestro, o lo heredaban o lo copiaban a mano. Evidentemente no se permitía realizar esta copia a cualquiera, pero los principales maestros okinawenses lo tenían. Se dice, por ejemplo, que Chojun Miyagi extrajo el nombre del Goju Ryu de este texto maestro.

 

6. EL KARATE ES ORIGINARIO DE JAPON

FALSO¿Estamos locos?¿Cómo que no? Bueno, sí… pero no. El Karate, que tiene raíces chinas, es originario de Okinawa. Allí nació y se desarrolló durante siglos. Hoy en día el archipiélago de las Ryu Kyu pertenece a Japón. Pero, oficialmente, solo desde hace unos 150 años. Antes era totalmente independiente, con un idioma, unas costumbres y una idiosincrasia diferentes de las niponas.

banderas-okinawa-y-japon

Banderas de Okinawa y Japón

Es cierto que en el siglo XX el Karate sale de Okinawa, se extiende por Japón y se impregna de su cultura, y surgen estilos que podemos llamar japoneses. Pero los karatekas que quedan en Okinawa siguen practicando un arte que se puede considerar puramente Okinawense, y que nada tiene que ver con Japón, así que… Vale, de acuerdo, hay argumentos en ambos sentidos. Ni para ti ni para mi: lo dejamos en empate. ¿Te parece?

Ésta es nuestra opinión y los argumentos que la sustentan. ¿Qué piensas tú? ¿Cuáles son ciertas y cuales no?

Juan Antonio García Ruiz
www.karatekidokan.com

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9 comentarios en “3 grandes verdades y 3 pequeñas mentiras sobre el Karate

  1. El karategui fue adoptado después por los practicantes de taekwondo, los cuales lo modificaron volviéndolo cerrado (mucho más cómodo). Y no sería mala idea que los judokas se modernizaran y comenzaran a fabricarse judoguis cerrados (aunque con solapa), y a usarse zapatillas deportivas.

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  2. Se dice que los nunchakus y las kamas eran aperos de labranza adaptados como armas para enfrentar a los samuráis.

    Claro que ahora, en el siglo XXI, echamos en el mismo saco katanas y kamas, pero en un principio no las usaba la misma gente.

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  3. El Taekwondo, existe desde 1950 que lo impulso el General Choi, el cual era 2° Dan de karate do Shotokan, quien lo adapto al taekuondo hasta sus formas son parecidas en muchos aspectos, salvando que el concepto de los pasos en el karate la fuerza y la velocidad nacen desde el piso sinlevantar la cadera, mientras que en le taekuodo a mitad de paso levantan la cadera…

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  4. Hola, pienso que se podría decir sin rodeos que el karate en esencia es un estilo de “kung fu” chino. Si el karate no se hubiera dado a conocer a la mayoría, si no hubiera llegado a establecerse como un estilo “oficial” o hubiera nacido en occidente, entonces quizás hubiera sido criticado y denostado como muchos otros estilos existentes bien realizados pero no reconocidos (creados por humanos mortales). ¿Y qué sabemos realmente de una historia que no hemos vivido, y encima proveniente de culturas que siempre han permanecido tan cerradas? Más allá de purismos y de tradiciones, de envidias, egos y monopolios, ¿qué más da de dónde provenga un estilo o arte marcial si es efectivo (y no solo a nivel de defensa personal me refiero)? No creo en estilos, y en lo que sí creo es en que la historia la escriben los vencedores, en que no todo lo establecido y reconocido por un gobierno o entidad es lo “único y verdadero” como muchos intentan hacer creer apoyándose en ello, en el afán de borrar del mapa a los que consideran una competencia…

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    • Hola Pere. Gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo en algunas cosas, pero… ¿el karate un estilo de kung fu chino? Ummmm, creo que la mayoría de maestros tanto de karate como de Kung Fu estarían en desacuerdo. Es cierto que el karate tiene unas importantísimas bases chinas, especialmente el karate Okinawense, porque en Japón quizás el karate tomo otra dirección. Pero decir que el karate es un estilo de Kung Fu es como decir que el español es un dialecto del latín. Pienso que llega un momento en que tanto el español como el karate adquieren una entidad propia, diferente del origen. ¿No te parece?

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      • Sí, te entiendo perfectamente y estoy de acuerdo, está claro que el karate se consolidó como un estilo con entidad propia. Me refería, y no me expliqué bien (quizás debería haber dicho «un estilo derivado en parte del…», aunque aún así ¿qué sabemos realmente de la historia más allá de lo que nos han contado? Pero en resumidas cuentas, digo que para mí al final es todo lo mismo, todo viene de un mismo árbol, del que pueden surgir tantos estilos como personas (si lo prefieres sistemas ya sean oficiales o no). Más allá de las etiquetas siempre habrá una esencia y una base con elementos comunes e inmutables. Un saludo y gracias por tu amable respuesta, algo difícil de ver en este mundillo de egos en cuanto alguien no comparte ciertas posturas. Salud.

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